Para que una chica esté satisfecha, necesita que la tiren todo el tiempo. Tiene que sentirse como una hembra y arrastrarse por el culo. Y si el tipo o el marido se olvidan de tirar otro palo, ella empieza a temblar. Aquí también echar un polvo ha devuelto la felicidad a la familia.
Bueno, los medio hermanos y las medio hermanas no tienen ningún parentesco, así que no puede considerarse algo malo o inmoral. No es de extrañar que un chico y una chica adultos, sin parejas sexuales habituales y estando casi a diario el uno con el otro, se sintieran de repente atraídos a nivel sexual el uno por el otro. Teniendo en cuenta que a la chica le gustó (al chico entonces sin duda), creo que seguirán practicando este tipo de cosas de vez en cuando.
Hombre, es como la primera vez...