¡Una chica jugosa, pero como un hombre monótono azotándola! ¡Bueno, no hay fantasía! ¡Los pechos en la señora es una forma muy agradable y de gran tamaño, ¿por qué no acariciar su polla! No es como el sexo marital. ¿Por qué no? La folla con un condón, luego se lo quita y se corre en la boca de la dama. Si es necesario para evitar el embarazo, bastaría con correrse en la boca de la señora o en su vientre, por así decirlo.
La chica está acostumbrada a que la traten así. El marido impotente la perdió en las cartas. Por eso la han estado jalando como una perra todo el día. Y cuanto más fuerte es la estaca, más fuerte la meten dentro. Sólo que el coño está ya tan acostumbrado a los nuevos amos, a la abundancia de leche, que no quiere volver atrás.
Dame tu coño